Conflictos habituales en los divorcios y cómo resolverlos sin problemas

Tijeras naranjas cortando contrato de matrimonio y rosa naranja

La vida matrimonial se suele presentar como un sueño hecho realidad en la que la pareja está siempre mirándose a los ojos, perdidamente enamorada entre sí. No obstante, esto dista mucho de ser la realidad común. Los cuentos están muy bien, pero hay que identificar la ficción que hay en ellos. En su lugar, hay que naturalizar las altas cifras de divorcios que tenemos en la actualidad, reconociendo así que aquello de “juntos para siempre” no siempre es la mejor opción. Ahora bien, esto no quita que dicho trámite pueda dar problemas desde un principio y es importante aprender a lidiar con los conflictos más comunes.

Cómo lidiar con la pareja en un divorcio

Lo primero que hay que tener en cuenta es que un divorcio no ocurre de la noche a la mañana y se tarda cierto tiempo en dar validez a la finalización del contrato matrimonial. Esto plantea situaciones muy comunes como la de “me quiero separar y mi marido no quiere irse de casa”. Sin embargo, tenemos que avisarte de que no hay una solución concreta para esta situación.

Salvo en casos de extrema gravedad, el marido (y por supuesto la mujer) tiene derecho a permanecer en su hogar durante todo el transcurso del divorcio. Hasta que no se haya firmado el convenio regulador en el que se estipule quién tiene derecho al uso y disfrute de la vivienda o, en su defecto, un juez emita una sentencia, nadie puede exigir a la otra persona que se marcha.

No obstante, sí podemos tomar cartas en el asunto y ser nosotros mismos los que abandonemos la casa. Siempre a haber alguien dispuesto a darnos cobijo durante el proceso del divorcio, bien sean amigos o familiares. Ahora bien, se vaya quien se vaya o si se establecen turnos, lo que sí importa es que la convivencia se concluya desde el mismo momento en el que se comunica la decisión del divorcio.

Toma decisiones en firme

Uno de los consejos más importantes que te podemos dar en esto de poner fin a un matrimonio es que tomes decisiones en firme. No importa si llevas meses reflexionando y has hecho más de un cuando divorciarse test o si la decisión la has tomado de pronto: volver atrás una vez se comunica la decisión a la pareja es inadmisible y solo puede traer problemas.

Es más, en el mismo momento de decir a tu cónyuge que quieres el divorcio debes tener la absoluta certeza de que nada va a cambiar tu parecer. No dejes que unas lágrimas alteren tus ideas; esto sería pan para hoy y hambre para mañana. Lo más apropiado es explicar las razones, hacer entender a la pareja por qué estás en ese punto y actuar en consecuencia.

Esta reflexión previa y la firmeza que demuestras serán gratos aliados para mantener la calma en todo momento. No hay que entrar en discusiones ni en los típicos “quién ha hecho qué”. No dejes que el final de una bonita relación se vea enturbiada por rencores o resentimientos de lo más tóxicos.

El papel de los abogados especializados en divorcios exprés

Con todo lo anterior por delante, es el momento de hablar del papel que desempeña un abogado divorcio express. Estos especialistas en derecho de familia tienen una gran experiencia en las separaciones por mutuo acuerdo, las cuales resultan mucho más rápidas y, sobre todo, baratas que las de divorcio contencioso.

Si el abogado está a la altura y os comportáis correctamente en todo el procedimiento, actuando siempre desde el cariño, la generosidad y la empatía, el divorcio se habrá visto resuelto en un margen de tres meses. Además, hay despachos que cobran en torno a los 150€ por cónyuge, simplificando las cosas a las parejas en términos económicos.

Así pues, ya no hay excusas para permanecer en un lugar en el que la felicidad brilla por su ausencia. Si la cuerda se tensa más de la cuenta, en algún momento se romperá y, en estas situaciones, todo es más complejo. De ahí que los divorcios exprés sean un recurso de gran valor en los tiempos que corren.